Cuantas veces me sobran 50 gr de buttercream y no sé qué hacer con ella.
El primer día, la guardo por la cocina bien envuelta en papel film, pensando... bueno, para algo servirá.
El segundo día, la miro de reojo haciendo como que no la veo.
El tercer día...a la basura, ¡ay pena, penita, pena!.
Pero mis deliciosos 50 gramos de buttercream de chocolate blanco se salvaron esta vez. Receta de Objetivo Cupcake Perfecto (mi musa cupckera) http://www.objetivocupcake.com/
Siiii, se convirtieron en la crema de unos deliciosos
Cupcakes de Tiramisú
En casa de mis padres preparamos el Tiramisú más rico del mundo mundial, así que decidí aprovechar mis 50 gramitos de buttercream, adaptando la receta para hacer la versión cupcake y poder darle consistencia a la crema de mascarpone. Ahí va la receta:
Receta para 8 cupcakes grandes:
El bizcocho:
- 75 gr de aceite de maíz
- 75 gr de azúcar moreno
- 1 huevo
- 120 gr de harina
- 60 gr de buttermilk (para hacer buttermilk casero hay que mezclar cucharadita de zumo de limón con la leche y dejar reposar la unos cinco minutos hasta que parezca un yogur para beber.
- 1 cucharada sopera de café soluble
- 1 cucharadita de levadura
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita y media de sirope de avellana o aroma, en su defecto (se puede sustituir por aroma de vainilla si no encontráis el de avellana)
El sirope:
- 50 gr de agua
- 50 gr de azúcar
- 1 cucharada de café soluble
La crema:
- 125 gr de queso mascarpone
- 1 yema de huevo
- 1 clara de huevo
- 1 cucharada de icing sugar o azúcar glas
- 50 gr de buttercream (en mi caso de chocolate blanco, pero se podría utilizar también de vainilla)
- una pizca de cacao para espolvorear por encima
Precalentamos el horno a 180ºC sin ventilador mientras colocamos las cápsulas para cupcakes en el molde metálico.
Tamizamos la harina junto con la levadura, la sal y el café y reservamos.
En un bol mezclamos el aceite de maíz, el azúcar moreno y el huevo. Batimos bien, y cuando esté bien mezclado añadimos la mitad de la harina, el café y la levadura. Vertemos en la mezcla la buttermilk y seguimos mezclando sin prisa pero sin pausa. Incorporamos el sirope de avellana y cuando esté integrado echamos en el bol el resto de la harina con movimientos envolventes.
Llenamos 3/4 de la cápsula con la masa y horneamos 20-22 minutos o hasta que al pinchar un palillo en el centro del cupcake, éste salga limpio.
Mientras se hornean nuestros cupcakes, y empieza a oler toda la cocina a bizcocho de café, mmmmm, ponemos en un cazo a calentar los ingredientes del sirope. Dejamos que hierva un minutito, retiramos del fuego y dejamos que temple.
Nada más sacar los cupcakes del horno hay que pincharlo varias veces con un palillo y bañarlos un poco con una brocha (se trata de emborrachar un pelín, no de hacer papilla de café, ¡ojo!). Dejamos que enfríen por completo en una rejilla sacándolos del molde.
Mientras se enfrían del todo, batimos la yema de huevo y mezclamos con el queso mascarpone. Por otro lado, montamos a punto de nieve la clara de huevo y añadimos el icing sugar. Juntamos las dos mezclas con la espátula para que no se baje el merengue. Añadimos la buttercream, culpable de todo este embrollo, y batimos con la batidora de doble varilla, o con la pala de la KA (KitchenAid) durante unos segundos. Esta crema debe ir derechita a la nevera, porque lleva huevo sin cocinar.
Por último, decoramos nuestros cupcakes de tiramisú como más nos guste. En este caso yo utilicé la boquilla 1A de Wilton, porque al ser una crema muy blandita, es la que menos pierde la forma.
Espolvoreamos un poco de cacao en polvo por encima, y si no nos los comemos inmediatamente, lo guardamos en el frigo rápidamente. Además, yo creo que fresquitos están bien ricos.
Bueno, ya me despido por hoy. Creo que he superado el segundo asalto.
Besitos dulces